NEW ABC quiere compartir con usted algunos consejos para facilitarle la adaptación de las actividades a su propio contexto. Haga clic en cada uno de ellos para ver una explicación más amplia con ejemplos y más detalles.
Evalúe la forma más adecuada de abordar la diversidad lingüística y cultural.
No dude en adaptar las actividades incluidas en esta acción en función de su contexto y sus participantes. Por ejemplo, el enfoque podría no ser el mismo si está trabajando sobre la diversidad lingüística y cultural con comunidades locales o de inmigrantes asentados desde hace mucho tiempo (como en esta acción piloto), o si sus participantes son refugiados recién llegados (como en la acción piloto original), que podrían necesitar un enfoque diferente para descubrir el patrimonio lingüístico y cultural de la comunidad de acogida.
Planifique con flexibilidad y evite la frustración si las actividades no salen como esperaba
En lugar de ello, permita que los alumnos dirijan y acaben transformando las actividades en función de sus necesidades e intereses. Por ejemplo, los niños y niñas podrían estar interesadas en utilizar las actividades propuestas para debatir otras experiencias y preocupaciones relacionadas o en utilizar otras formas de expresar sus puntos de vista. Así pues, cuando planifique sus actividades, intente ofrecer diferentes opciones y espacios para la toma de decisiones del alumnado, y no se estrese ante los cambios inesperados, ya que esto forma parte de la cocreación.
No defina de antemano qué son las lenguas, las culturas y otros conceptos clave
Siguiendo los principios de cocreación y colaboración, evite imponer definiciones preestablecidas de los conceptos clave de la acción y permita que el alumnado exprese y construya su propia comprensión de las lenguas y las culturas en función de sus repertorios y experiencias vitales. Mantenga la mente abierta y considere que partir de lo que es relevante para ellos probablemente hará que su acción sea más significativa y atractiva.
Explore el barrio donde se desarrollará su acción antes de salir con el alumnado
Esto le permitirá identificar posibles oportunidades y retos para la exploración de los menores durante la actividad de la excursión, de modo que pueda promover y apoyar mejor su reflexión sobre los paisajes culturales y lingüísticos que les rodean. Tener una idea previa de lo que se puede encontrar en su contexto local también puede ser útil para decidir cuántos grupos crear para la excursión y cuántos adultos serán necesarios para vigilarlos, así como cuántos sitios documentar por grupo y qué zonas podrían ser más convenientes para explorar.
Identifique algún recurso atractivo que pueda servir como desencadenante de su acción.
Puede tratarse, por ejemplo, de un vídeo musical, un cortometraje de animación o cualquier otro recurso de la cultura popular infantil/juvenil que sirva para introducir el tema de la diversidad lingüística y cultural de forma atractiva y anime a los alumnos a hablar de sus experiencias al respecto. Utilizar un «gancho» atractivo en la primera sesión puede marcar una gran diferencia en la disposición del alumnado hacia una reflexión más profunda en las actividades siguientes. También puede utilizar este recurso para abrir la sesión a las preferencias del alumnado. Por ejemplo, en nuestra acción, empezamos viendo un vídeo musical de un artista de hip-hop marroquí-catalán. Esto llevó a los alumnos a compartir otros vídeos de sus raperos árabes/catalanes favoritos y a reflexionar juntos sobre por qué estos artistas y sus letras les impactaron.
Dé voz y reconocimiento a las múltiples experiencias, lenguas, culturas, maneras y formas de comportarse del alumnado.
Muchas de las cosas que los niños saben y hacen en su vida cotidiana no suelen ser visibles o reconocidas en la escuela, incluyendo las lenguas que conocen y utilizan en casa, así como otras características y habilidades. Busque oportunidades para que estas prácticas afloren y sean elogiadas dentro de esta acción, de modo que los niños sepan que se valora la totalidad de sus repertorios lingüísticos y culturales. Por ejemplo, puede animar al alumnado a utilizar su lengua materna en las actividades y a enseñar algunos conceptos clave a sus compañeros y a los adultos facilitadores, o a aportar e incluir sus conocimientos culturales en las actividades.
Permita que los menores utilicen múltiples formas de participación
Es bien sabido que los enfoques corporales y basados en las artes permiten al alumnado expresar sentimientos e ideas que no siempre afloran a través de otros canales. Use su imaginación a la hora de planificar las actividades y fomente la participación de los escolares a través de formas múltiples y creativas que vayan más allá de las típicas dinámicas escolares, normalmente basadas en la expresión oral o escrita. Por ejemplo, puede incluir espacios para el dibujo como alternativa a la escritura para aquellos niños que aún no dominan la lengua escolar, o fomentar el uso de juegos de rol, canciones, bailes y otras formas de expresión que puedan ampliar las posibilidades de participación de todos.
Ofrezca un espacio para artistas locales que permita a los niños entrar en contacto con diversas formas de expresión
Una forma atractiva de abrir espacios para la creatividad y la participación del alumnado en esta acción es invitar a uno o varios artistas locales a que compartan su trabajo e involucren a los escolares en una actuación artística colaborativa. Este intercambio podría ayudar al alumnado a conocer diferentes formas de creación artística que podrían estar a su disposición para actuar y sus posibilidades de autoexpresión. En esta acción encontrará recursos inspiradores para animar a los alumnos a expresar sus ideas de forma creativa. De hecho, una actividad central consiste en el diseño y producción de una creación artística guiada por un artista local, y en nuestro manual encontrará una descripción exhaustiva del proceso y los resultados. Por cierto, ésta fue, con diferencia, la parte favorita de los alumnos.
Sea un modelo y participe en la reflexión
Aproveche esta acción para reflexionar sobre sus propias experiencias lingüísticas y culturales, y comparta su historia con el alumnado. Por ejemplo, antes de pedir a los niños que elaboren sus biografías lingüísticas a través de la «flor de las lenguas» (encontrará las instrucciones en este manual), cree su propio relato autobiográfico y compártalo con los alumnos, explicando su trayectoria vital en relación con las lenguas, las variedades y las culturas. Además de servir de modelo para sus reflexiones, ¡quizá se sorprenda de sus propios hallazgos!
Guíe cuidadosamente las actividades, de modo que puedan debatirse y revisarse con ojo crítico las cuestiones delicadas que puedan surgir.
No se sorprenda si la reflexión pretendida en torno a la diversidad lingüística y cultural lleva al alumnado a expresar sus opiniones o preocupaciones en torno a otros temas sensibles, como el racismo y otras formas de discriminación. También puede ocurrir que durante las actividades expresen sus propios prejuicios y estereotipos lingüísticos y culturales sobre determinadas lenguas, acentos o comunidades. En lugar de evitar estos temas, intenta estar preparado y utilizarlos para la reflexión crítica.
Prepárese para reconducir el debate del alumnado a los puntos principales.
Hasta ahora, hemos recomendado ser flexibles y dejar que los intereses de los alumnos guíen la acción. Sin embargo, puede haber momentos en los que su iniciativa les aleje de los temas y objetivos principales de la propuesta, hacia direcciones en las que podrían perder la oportunidad de reflexionar sobre la diversidad lingüística y cultural que les rodea. Si este es el caso, puede tener preparadas algunas estrategias para traerlos de vuelta al tema, por ejemplo compartiendo una experiencia personal y pidiéndoles su opinión, o mostrando algún recurso audiovisual atractivo que pueda promover el debate en grupo.
Implique a las familias y a otros miembros de la escuela o de la comunidad en la medida de lo posible.
Cuando planifique sus actividades, piense en posibles formas de implicar a las familias del alumnado y a la comunidad en general, tanto en los procesos de acción como en los resultados finales. Esto puede hacerse pidiendo a los escolares que expliquen o pongan en práctica algunas de las actividades en casa (por ejemplo, podrían crear la biografía lingüística de un miembro de la familia) y que aporten sus comentarios a las sesiones. Y, por supuesto, se puede promover la participación de las familias organizando algún tipo de presentación final para padres, hermanos, amigos y el resto de la comunidad escolar y extraescolar, como hicimos en nuestra acción.
Reserve un tiempo después de cada actividad y al final del proyecto para la reflexión colectiva.
Este puede ser un espacio importante para conectar el trabajo realizado y las experiencias vividas durante cada sesión con los objetivos principales de la acción. Como en los consejos anteriores, también aquí puede utilizar su creatividad y proponer formas diversas y dinámicas de reflexión crítica, para que todos encuentren una manera de participar . Si no hay mucho tiempo en cada sesión para una reflexión colectiva propiamente dicha, puedes utilizar una especie de «pase de salida», pidiendo a los alumnos que compartan una palabra o un breve comentario sobre ese día antes de abandonar la sala.