El proyecto NEW ABC llevará a cabo nueve acciones de innovación en nueve países de la UE, acciones que, a través de la educación, estarán destinadas a mejorar la inclusión de la población infantil y juvenil refugiada y migrante en las sociedades de acogida. De hecho, su imposibilidad para aprender a experimentar, desarrollar y fomentar libremente sus capacidades, talentos y aspiraciones (Save the Children, 2017) constituye un factor fundamental que nos muestra no solo la forma en que estas desigualdades contribuyen a determinar su falta de integración, sino también la manera en que socavan el futuro de la población infantil inmigrante y desfavorecida.
Debido a las políticas verticales y a la escasa incorporación de sus voces y capacidades, el público infantil y juvenil ha permanecido en gran medida ausente o, en el mejor de los casos, incluido de forma meramente simbólica. NEW ABC está comprometido con un cambio sostenible e innovador en la educación general que faculte y empodere a todas las partes interesadas, para que se conviertan en verdaderos agentes del cambio y para que no se limiten a la simple recomendación de políticas. En este sentido, los proyectos piloto que se han creado en colaboración con NEW ABC abarcan varias dimensiones e involucran a diversos grupos de interés. Tanto niños y niñas como jóvenes (estudiantes inmigrantes y locales, menores sin acompañante, jóvenes solicitantes de asilo y personas refugiadas) participarán de manera activa en todas las acciones. En estas actividades participarán los centros escolares y el personal docente, organizaciones de la sociedad civil (OSC) locales, organizaciones no gubernamentales (ONG), centros de enseñanza e interculturales, la comunidad y las familias, y desarrollarán recursos de aprendizaje formales, informales y no formales, tanto escolares como extraescolares.
Además de crear y aplicar nuevas buenas prácticas de manera conjunta, también se adoptarán aquellas prácticas existentes que hayan demostrado su eficacia en un determinado país. Cada proyecto piloto representa una respuesta a las necesidades identificadas en el ámbito local, que son determinadas por los desafíos lingüísticos, culturales, sociales y emocionales específicos a los que se enfrenta la población infantil y juvenil cuando accede al sistema educativo o permanece excluida de él. Con la adopción de estas prácticas, se pretende conseguir una mayor eficacia en la elaboración de políticas locales, nacionales e internacionales en materia de educación e inclusión.