Las recientes llegadas de inmigrantes a muchos Estados miembros de la Unión Europea han aumentado los retos planteados por la inclusión de la población inmigrante en los países de acogida (Comisión Europea, 2016). Según los datos de UNICEF (2016), en Europa viven 5,4 millones de migrantes menores de 18 años, es decir, aproximadamente uno de cada seis migrantes del mundo reside en el continente europeo.
Las narrativas de los últimos cincuenta años sugieren que Europa se ha convertido en un «continente de integración» (Scholten et al., 2015:1). Sin embargo, las recientes turbulencias sociopolíticas registradas en los diferentes países dejan entrever importantes retos y conflictos en torno a la inclusión de los inmigrantes. La población infantil refugiada o inmigrante es especialmente susceptible de sufrir estos conflictos, ya que se exponen a importantes desigualdades, discriminación y barreras para la integración por el mero hecho de ser menores.
La investigación sobre las políticas y medidas nacionales centradas en la inclusión del alumnado de origen inmigrante muestra que la gama de políticas aplicadas en los Estados miembros de la Unión Europea varía considerablemente (UE 2016; Eurydice 2019). Dicha investigación pone de manifiesto que la población infantil de origen inmigrante sigue enfrentándose a barreras y desigualdades no solo en el ámbito de la educación, sino también en otros aspectos importantes de la vida (UE 2016; OCDE/UE 2015), lo que representa un obstáculo crucial en el proceso de inclusión de sus familias y, en mayor escala, de sus grupos étnicos/lingüísticos, así como una rémora para su futuro.
En este contexto, los sistemas educativos se enfrentan a múltiples retos debido, por un lado, a la creciente diversidad cultural, lingüística y étnica y, por otro, a las desigualdades socioeconómicas. NEW ABC realizará su contribución a través de la educación, ya que se trata de un elemento clave para el éxito de la inclusión en todas las esferas y dimensiones de la vida de la población inmigrante.